Modelo, objetivos y trayectoria

Nuestro propósito es garantizar una educación que permita a nuestros alumnos y alumnas adquirir y desarrollar competencias y habilidades para ser felices, ser libres y que contribuyan al progreso de la sociedad de manera crítica y responsable en un escenario de sostenibilidad presente y futura.

En esta concepción de la educación, nos ha sido de imprescindible fuente de inspiración, entre otros, el pensamiento de Francisco Giner de los Ríos, que considera que la educación debe “conseguir que los individuos adquieran un pensamiento crítico y consolidar el pensamiento científico como el único válido y libre”. Más recientemente, Ken Robinson, nos aporta una dimensión emocional cuando afirma que la educación “consiste en enriquecer las mentes y los corazones de los seres humanos. Frente al sometimiento a la conformidad, pretende conseguir la explosión de la creatividad mediante un modelo más integrador, abierto y flexible”.

Así pues, nuestra institución educativa persigue el desarrollo y enriquecimiento personal de nuestro alumnado en todas sus capacidades: intelectuales, físicas, afectivas, éticas y estéticas, para que, desde su compromiso social, contribuya a la resolución de los problemas de su época y a la realización del destino colectivo. La educación es, sin duda, el medio para transformar la sociedad.

Nuestra trayectoria

Desde septiembre del 1984, cuando Fuentelarreyna abrió sus puertas, cientos de alumnos y alumnas han sido formados con éxito con un modelo educativo que ha permitido la consecución del pleno desarrollo su personalidad. Desde ese modelo hemos contribuido para fuesen progresivamente libres y responsables en una sociedad que paulatinamente se ha ido transformando, en un mundo donde las formas de aprender y adquirir el conocimiento han cambiado. Un mundo, por consiguiente, distinto, con problemas y retos diferentes, a los que dar respuestas adecuadas en el contexto actual.

Nuestros principios pedagógicos

Nuestro modelo educativo se concreta en los siguientes principios pedagógicos:

  1. Educación inclusiva como contribución al desarrollo integral de las personas.
  2. Educación para la ciudadanía activa y la práctica de los valores democráticos a partir del conocimiento de las sociedades y sus culturas a lo largo de la historia.
  3. Educación desde y para el entusiasmo intelectual: saber, ser y saber estar en un mundo global y conectado.
  4. Educación para fomentar el pensamiento humanístico y la reflexión ética ante los retos presentes y futuros.
  5. Educación para inspirar vocaciones científico-tecnológicas y promover la investigación y la experimentación.
  6. Educación para el compromiso inteligente y experiencial relacionado con el mundo real, de base tecnológica e impacto social.
  7. Educación para el fomento de la cultura deportiva, la salud y la actividad física.
  8. Educación para la sostenibilidad que responda ante los desafíos de un mundo diverso y cambiante.
  9. Educación para la creatividad, las artes y la estética, el inconformismo y el cultivo de la sensibilidad.
  10. Educación para la promoción de la igualdad y la diversidad y el empoderamiento de las mujeres y de las niñas.

Plan de convivencia